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¿Por qué es importante validar al otro?

Foto del escritor: LuciaLucia


A veces validar no es fácil, menos en la práctica. Validar implica aceptar que la forma de pensar y actuar del otro es posible y se puede dar un espacio a la prueba; a pesar de la duda. 

De esa forma, criar en equipo puede ser una tarea compleja. Entender y tratar de coincidir en ideas, pensamientos, historias, afectos implica una cuota de confianza importante. Pero, ¿por qué es tan importante validar en la crianza? 


Pasa mucho que un padre o madre tiene una idea distinta de acercarse a los hijos que el otro; cada uno viene con experiencias diferentes de infancia y, por lo tanto, con huellas también. Así, irán surgiendo momentos donde estas diferencias se hagan evidentes y es aquí donde será importante validar las experiencias y las herramientas del otro.  


Entonces, ¿Cuándo validamos a la pareja?... Cuando nos damos cuenta que piensa y siente diferente a nosotros respecto a la crianza. Cuando permitimos que intervenga a su forma, a su estilo, con sus herramientas (obviamente dentro de los límites del respeto y la no violencia).  Cuando valoramos su presencia y su importancia en la crianza de los hijos. Cuando reconocemos que no hay forma mejor ni peor de criar y no entramos en competencias. 


Por otro lado, validar y permitir al otro actuar desde sus propios contenidos, abre la posibilidad al error. Pero también es una oportunidad de autoconocimiento, para establecer vínculos, para ejercer la crianza de la manera que surja y no de la manera como dice la teoría. Es una oportunidad para sentirse libres dentro de un proceso que viene con mucha carga de culpa y presión. 

El error es posible, necesario e inevitable.


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